No soy muy amiga del programa Salvados. Aunque creo que muchas de las denuncias que hacen son importantes y sirven, al menos, para generar debate que no es poco, en la mayoría de las ocasiones me parece que se quedan en lo superficial. Ayer tenía que verlo. Mi querida compañera Ana, recién incorporada de su baja de maternidad, me lo recordó el viernes y me dijo: El lunes tendrás que escribir sobre Salvados en tu blog. Así que, por ella, aquí estoy.

Ayer mientras veía “El Milagro de la conciliación”, me apunté varios temas que me parecen interesantes: permisos de maternidad y paternidad, horarios, corresponsabilidad, la esclavitud de los abuelos,… Intentaré ir tratando todos progresivamente pero hoy me quedaré con uno, la ineficiencia política o la falta de medidas que favorezcan la maternidad y paternidad cuando la baja natalidad es una de las grandes lacras de nuestro sistema. ¿En qué va a quedar el estado del bienestar si no vamos a tener suficientes contribuyentes para sostener el sistema? Ser padre y madre hoy en día es un acto de locura y, sin embargo, es imprescindible que tengamos hijos para seguir existiendo como sociedad.

Lo que es más grave todavía es que ni a derecha ni a izquierda existen propuestas valientes que, al menos, dejen abierta una puerta a la esperanza. El cortoplacismo social y también político impide que este tema se haya abordado con el coraje necesario.

En 1999, en Suecia nacieron poco más de 88 mil niños lo que suponía un índice de fecundidad de 1,5 hijos. En 2014 este índice aumentó hasta 1,88 y el número de nacimientos se situó en más de 114 mil. (Datos extraídos de datosmacro.com) Las medidas adoptadas favorecieron los nacimientos porque consiguieron transmitir una cosa: un embarazo no es un problema sino una bendición. No deberíamos mirar con recelo a las madres y padres sino darles las gracias. Una y otra vez. Gracias, gracias y gracias.

Aprovecho este post para recomendar que apoyéis las medidas concretas por las que pelea malasmadres (las grandes ausentes del programa de ayer) como los incentivos fiscales para las compañías que promuevan medidas pro-conciliación. Y de nuevo, aprovecho para reivindicar el papel de los padres, tan olvidados a veces. No os perdáis la campaña #padresigualitarios ahora que se acerca el día del padre.

Y vosotr@s, ¿vistéis el programa de ayer? ¿qué os pareció?

P.D. Os dejo también los tuits que fui compartiendo durante el programa por si a alguien le interesan 😉

 

 

Share This