Hoy hace exactamente un mes, publiqué en el blog un post escrito por María y que ella titulaba “Que sigas tan guapa”. Generó gran controversia y muchos nos tildaron hasta de brujas (Si no te lo crees, te animo a que lo veas en los comentarios). Que si ya no se puede ni piropear, que si nos estamos volviendo locas, que si somos unas tremendistas,…Pues bien, hace unos días mi amiga Ana me manda un whatsapp con un enlace y un texto: Para tu blog.

Era una noticia que contaba como Figo le había contestado a una periodista PRO FE SIO NAL en los premios Laureus en Berlín: «No hablo para la prensa catalana, pero hago una excepción por guapa». ¡Ay Figo, con lo que me gustabas! Permitidme que no entre en la cuestión catalana y me centre en lo que afecta a este blog. ¿Cómo creéis que debió sentirse la periodista en ejercicio de su labor profesional? ¿Halagada? ¿De verdad pensamos que ser guapa o guapo es un criterio válido para juzgar la profesionalidad de alguien?

Me imagino que soy ella. (Si nos lees, nos encantaría saber tu opinión, por cierto) Como se habrá ruborizado y cómo se habrá sentido incómoda cuando lo único que estaba haciendo era su trabajo. Cómo esa frase ha ocupado todos los titulares. Cómo ya no importa nada más de las preguntas qué hizo y cómo sólo nos ha quedado en el recuerdo que había en los premios Laureus una periodista que trabajaba para un medio catalán que era muy guapa. Buena o mala profesional no sabemos. Eso sí, muy guapa. Tan guapa como para que Luis Figo, otrora balón de oro, le contestase una pregunta.

Pues nada señores, mejor sigamos haciendo cómo que no importa.

*Sí, la foto es a mala baba.