Coincidí trabajando con Paula hace ya 7 años y, desde entonces, es para mí todo un referente. Ya no trabajamos juntas, ahora compartimos vacaciones, comidas, y muchas horas de charla. Ella es así, original, divertida, rápida, una de las mejores comerciales que conozco y además Business Developer de Meetic para España y Portugal; y miembro de la Junta Directiva de la Mobile Marketing Association de España. Aquí va su testimonio.
En primer lugar, me gustaría agradecer ser invitada del blog porque nada de esto habría empezado para mí sin su autora y promotora. Gracias a su opinión y empuje (y a un libro), consiguió que entendiera que era tiempo de ponerse manos a la obra y saltar a la acción.
Las estrellas se alinearon para que pudiera demostrarlo el pasado 8 de marzo cuando el Club Alumni del Instituto de Empresa me invitó a participar en un panel de Liderazgo con motivo del día de la mujer. La idea era juntar un grupo de invitadas de probada trayectoria profesional, para conversar sobre el liderazgo, el éxito, las decisiones tomadas y los errores cometidos, las barreras que nos encontramos en el entorno profesional, y el sentimiento de comunidad entre nosotras, ¿existe?
Se me ocurrió entonces confrontar mis propias reflexiones, e hice una pequeña y doméstica encuesta. Una muestra muy pequeña, unas 10 mujeres (y un hombre). Pero qué mujeres: no puedo extenderme en sus Currículums ni éxitos personales, pero eso sí, las elegí por mi admiración, respeto, inspiración, y amor hacia ellas.
Pues bien: este post está destinado a compartir las conclusiones y las respuestas de aquella encuesta. Hecha por vosotras. Y ahora mostrada para vosotras y para todo el que se asome. ¡Gracias por continuar!
Para no extenderme demasiado, me centraré en las respuestas más reveladoras, aunque sin duda tengo que destacar la valentía de todas las participantes. Digo esto porque lo más impactante fue todo lo relacionado con la pregunta ¿nos ayudamos las mujeres unas a otras?
De forma abrumadora se observaban más noes que síes. Es curioso, las respuestas afirmativas destacan valores como la solidaridad, la predisposición a trabajar en equipo, la multitarea,…Sin embargo, parece claro que el sentimiento predominante es que no nos apoyamos entre nosotras. Podemos ser emocionales y empáticas, que seguro proporciona un entorno de trabajo agradable; pero realmente en lo que al éxito y al liderazgo profesional se refiere, la respuesta es NO, no hemos constituido todavía nuestro lobby. No necesitamos un registro que lo acredite, ni ponerle nombre; sólo sentirlo y practicarlo. Hasta la fecha, no parece ser el caso.
Esto me lleva a las barreras que encontramos las mujeres para llegar a posiciones de Liderazgo. Nosotras mismas somos la principal barrera. Esta fue la respuesta mayoritaria. Todo tiene sentido. La falta de sentimiento común, el estigma me atrevería a decir, de formar parte de dicha comunidad, nos mina la autoestima (otra respuesta mayoritaria), y peor aún, las oportunidades.
No hablaremos aquí de cómo combatir esas barreras. Pero sí de inspiración, ya que en las respuestas relacionadas con el Liderazgo, esta palabra se enciende como un árbol de Navidad. Parece la clave del Liderazgo, entendida como “contagio positivo”: alguien que consiga que hagas tuyos los objetivos que lleven a la consecución de los resultados planteados. Y diré algo más: mi respuesta favorita fue la que decía que un buen líder es el que consigue además que en el camino, te lo pases bien. Que DISFRUTES. No olvidemos que el Liderazgo es también una cuestión de resultados*.
Pues bien, vayamos a por ellos. Busquemos la inspiración entre hombres y mujeres, que nos rodea suficiente talento, ayudemos, “servant leader” fue una idea de la que realmente tomé nota; adoptemos decisiones y ayudemos a hacer crecer a nuestros equipos haciéndoles sentir parte de algo, reconociendo sus éxitos; con humildad para reconocer nuestros errores. Y entonces tendremos éxito. Trasladadas a la materia de este post se podría traducir en una Comunidad de mujeres motivada para cambiar las cosas.
*Del libro “Why should anyone be lead by you”, del Profesor Gareth Jones
He trabajado con hombres y mujeres y trabajar con mujeres es gratificante aprendes de ellas te dejan huella algunas pero es una carrera de fondo.Con los hombres es distinto demuestras lo que vales y es más fácil. Por lo menos es mi caso.Un saludo
Muy buen post. La verdad es que en general, el peor enemigo somos nosotros mismos y eso afecta a ambos sexos, pero si es verdad que nosotras llegado un punto revisamos nuestras prioridades y no nos duelen en prendas dar un giro. En cuestiones profesionales nos ha costado y cuesta todavía ganar un terreno que pertenecía al mundo masculino y creo que el error de algunas ha sido cambiar la blusa por la corbata, cuando en el fondo tenemos armas poderosas como dice Paula, empatía, solidaridad, en definitiva inteligencia emocional que tenemos que poner a nuestro servicio y al servicio de las personas con las que trabajamos. Las mujeres nos tenemos que ayudar entre nosotras y trascender el topicazo de la envidia y la competitividad. Yo he conocido mujeres fuertes y fabulosas que me han ayudado y también hombres y mujeres y hombres confundidos que luchaban por sobresalir o conseguir terreno de formas poco ortodoxas.. Hay de todo en la viña del señor. Muy buen post!!!